El concepto de música máquina aparece en la segunda mitad de los ochenta en las proximidades de la ciudad de Valencia a partir de la introducción de estilos musicales electrónicos como el EBM, el Synth pop, el Dark wave, el New beat, el Techno industrial o el Acid house provenientes principalmente de Alemania. Por consecuencia del desconocimiento del público estos estilos se denominaron música máquina, puesto que los sonidos instrumentales como la guitarra habían desaparecido prácticamente mientras los sonidos principales eran creados por "máquinas" como sintetizadores, sampleadores y secuenciadores que dotaban a las producciones de sonidos similares a los de cualquier maquinaria. Esta concepción original evolucionaría con el paso de los años hasta dar con un sonido propio más cercano al hardtrance y al happy hardcore en Cataluña en la segunda mitad de la década de los noventa. Es entonces cuando la K acaba sustiyendo definitivamente a la Q del nombre en un intento de darle a esta denominación un toque más radical y diferenciar la máquina barcelonesa del resto de escuelas.